La Lavanda es ampliamente considerada un aceite esencial imprescindible debido a su versatilidad. Se ha utilizado y apreciado durante siglos debido a su aroma inconfundible y su gran cantidad de beneficios.
 
Los antiguos egipcios y romanos usaban la Lavanda para bañarse, cocinar y como perfume. Su aroma calmante y relajante promueve un ambiente tranquilo.
 
Cuando se toma internamente, la Lavanda puede ayudar a calmar y relajar la mente.*
 
Cuando se aplica tópicamente, la Lavanda puede reducir la apariencia de las imperfecciones de la piel. Agrégalo al agua del baño para eliminar el estrés o aplícalo en las sienes y la nuca. Agrega unas gotas a las almohadas, la ropa de cama o las plantas de los pies para prepararte para una noche de sueño reparador.